Contra el Encierro |
Presentación | Recientes | Por tema | Importantes | Testimonios vacuna | Contacto |
- Perdone de nuevo: que el intelectual depende o ha de estar pendiente de la fuerza del Capital en primer lugar para subsistir o para ponerse a su servicio... si no lo hiciera así, la única alternativa ¿no sería la que dibujó Platón?: los filósofos son el Poder, detentan el Poder, ¿no podrá llegar esto?…
- AGC: Desde el momento en que los científicos son unos empleados privilegiados del Poder, son más que los Ministros, los científicos lo detentan ya. El ideal de Platón, el maldito ideal de Platón, está cumplido. Está cumplido, son especialmente los filósofos los que detentan el Poder, y naturalmente son los filósofos de la mentira, porque la Filosofía nace justamente para matar la pregunta. Que la pregunta, la duda, pueda dominar... es un absurdo. La duda es una cosa de abajo, porque desde Arriba no puede haber más que doctrina, Fe, Filosofía positiva, Ciencia positiva. Está bastante cumplido el ideal de Platón en La República, […] La afición que yo le tengo por lo bien que sabía escribir diálogo en ático y por los diálogos [] que sacó, y que me permiten recordar lo de Sócrates, no puedo decir, así, “todo malo”, pero desde luego el ideal de La República es especialmente sumiso y nefasto, por tanto ya es anecdótico.
¿En qué consiste esto de aprender la Moral o la Ley que presento como la forma fundamental de dar muerte a un niño o a una niña?: Bueno, pues consiste simplemente en hacerles saber, y en imprimirles hasta el fondo, la convicción de que lo malo es bueno; al mismo tiempo que, para ello, se les convence, se les imprime que lo bueno es malo. Sin esta inversión, nada funcionaría en este mundo y no se podría proceder a matar a un niño o a una niña. Ésta es la condición fundamental.
Un nuevo y perverso mantra está en boca de cada funcionario y político de salud pública en la campaña mundial para forzar el uso universal de mascarillas en el público en general: "Hay un creciente cuerpo de evidencias". Esta frase propagandística es un vector diseñado para lograr cinco objetivos principales: (1) Dar la falsa impresión de que un conjunto de evidencias prueba ahora que las mascarillas reducen la trasmisión del COVID-19. (2) Asimilar falsamente los comentarios hechos en lugares científicos con "evidencias". (3) Ocultar el hecho de que evidencias en las políticas de toda una década prueban lo opuesto: que las mascarillas son ineficaces con las enfermedades respiratorias virales. (4) Ocultar el hecho de que ahora hay una prueba de observación directa de que las mascarillas de tela no impiden la exhalación de nubes de partículas de aerosol en suspensión; ni arriba, ni abajo y ni a través de las mascarillas. (5) Hacer que no se preste atención a los considerables daños y riesgos conocidos debido a las mascarillas faciales aplicadas a poblaciones enteras.
"Ha habido estudios de ensayo controlado aleatorizado (ECA) muy amplios y revisiones de metanálisis de los estudios ECA que muestran todos ellos que las mascarillas y los respiradores no funcionan para prevenir las enfermedades respiratorias del tipo de la gripe o las enfermedades respiratorias que se cree que se trasmiten por gotitas o partículas de aerosol.
Es más: los conocimientos físicos y químicos relevantes, que reviso aquí, cuadran con que las mascarillas y respiradores no funcionen. Sería paradójico si las mascarillas y los respiradores funcionaran, en vista de lo que sabemos sobre las enfermedades respiratorias virales: la principal vía de trasmisión son las partículas de aerosol con un tiempo de permanencia prolongado, cuyo tamaño es menor a 2.5 µm. Estas partículas de aerosol son demasiado finas para ser bloqueadas, y la dosis infecciosa mínima es más pequeña que una partícula de aerosol.
El presente artículo sobre las mascarillas ilustra hasta qué punto los gobiernos, los medios de información dominantes y los propagandistas institucionales pueden decidir operar en un vacío científico o seleccionar solamente estudios científicos parciales que sirven a sus intereses. Esta temeridad es la misma que se está dando en el caso del actual encierro global de más de mil millones de personas, un experimento sin precedentes en la historia médica y política."
"En un artículo reciente, Flaxman y otros afirman que las intervenciones no farmacéuticas (NPI) impuestas por los países europeos han salvado millones de vidas. Demostramos que sus métodos implican un razonamiento circular. Los supuestos efectos son puros engendros que contradicen los datos. Además, demostramos que el encierro del Reino Unido fue superfluo e ineficaz. Un concepto clave en epidemiología es el número de reproducción efectiva, R(t), donde t representa el tiempo. Esta función representa el número esperado de infecciones generadas por un individuo infectado. Ceteris paribus, el número de reproducción efectiva comienza en R(0), llamado "número de reproducción básica", y disminuye monótonamente. La disminución monótona se debe al hecho de que el número de individuos susceptibles a la infección pero aún no infectados disminuye a medida que el virus se propaga. Por supuesto, la función R(t) puede estar influenciada por intervenciones no farmacéuticas (NPI), así como por cambios voluntarios de comportamiento. Sin embargo, en el caso de una población finita, el número de reproducción efectiva disminuye automáticamente y necesariamente a lo largo del tiempo, ya que el número de infecciones de otro modo divergiría.
El modelo de Flaxman et al. contradice esta visión elemental. Ellos estiman la R(t) a partir de las muertes diarias asociadas con el SARS-CoV-2 utilizando como restricción a priori que la R(t) sólo puede cambiar en las fechas en que las intervenciones se hacen efectivas. Este enfoque no demuestra que las intervenciones no farmacéuticas hayan sido efectivas, sino que implica el resultado, es decir, implica una lógica circular. El verdadero número de reproducción efectiva disminuye continuamente, y cuando se permite que sus estimaciones cambien sólo en puntos de intervención, es evidente que surgirán profundas discontinuidades que atribuyen a fuertes efectos a las intervenciones. Flaxman y otros (p. 2) concluyen que mientras que la mayoría de los NPI tuvieron efectos no identificables, los encierros redujeron istantáneamente el número de reproducciones en un 82%. Tomando el Reino Unido como ejemplo, la Fig. 1 ilustra la ineficacia del distanciamiento social, etc. en el análisis de Flaxman, así como el enorme efecto del encierro a partir del 23 de marzo."