Alemania: "Miles de reacciones indeseadas: vacunación COVID-19 con muchos efectos secundarios"

¿Es sólo la punta del iceberg? Una autoridad alemana informa de 113 muertes después de vacunarse del COVID-19 hasta finales de enero. La EMA [Agencia Europea de Medicamentos] registra decenas de miles de efectos secundarios más bien graves en Europa. Parece que es poco el interés por aclarar los casos.

A medida que aumenta el número de vacunas COVID-19, también lo hacen los efectos secundarios. En su último informe, el Instituto Paul Ehrlich (PEI) enumera 349 "reacciones adversas graves", incluidas 113 muertes, en las que se sospecha una conessión con las vacunas de Pfizer/BioNTech o Moderna. Eso es lo que dice el nuevo informe de seguridad del instituto federal. Esto significa que el número de muertes notificadas aumentó en 44 (más el 64%) en una semana, y el número de efectos secundarios graves aumentó en 167 (más el 92%). La mayoría de los afectados eran mujeres.

Cientos de personas afectadas de gravedad en Alemania: una de cada tres murió.

Según esto, el PEI había recibido hasta finales de enero un total de 2.846 informes de casos individuales sobre personas con "reacciones indeseadas" a la vacunación. En comparación con la semana anterior, el número de afectados aumentó en 1.628 personas (134%). Las autoridades habían clasificado como grave uno de cada ocho de estos casos, de los cuales, a su vez, más de uno de cada tres acabaron siendo mortales.

Los 113 fallecidos conocidos por el PEI murieron entre una hora y 19 días después de la vacunación, seis de ellos después de la segunda dosis. 105 de los fallecidos habían recibido previamente la vacuna de Pfizer y BioNTech llamada Comirnaty; a los otros ocho no se les dijo con qué les habían vacunado, según el informe. Los afectados tenían entre 46 y 100 años de edad en el momento de su muerte.

A finales de enero se habían vacunado en Alemania 2,46 millones de personas, según el informe. La mayoría recibió Comirnaty (Pfizer/Biontech), 35.152 la vacuna de Moderna. En cuanto a esta última, el PEI registró 80 personas afectadas por efectos secundarios, incluido un caso grave. El Instituto Federal habló de un total de 115 reacciones adversas, incluidas 14 graves, por cada 100.000 vacunas. Hasta ahora, se han vacunado contra el COVID-19 en Alemania personas de entre 16 y 101 años, con una edad media de 47 años.

Las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna se basan en la novedosa tecnología del ARNm. Han estado durante años inverstigando esta tecnología. Sin embargo, no se aprobó para vacunar a las personas por razones de seguridad.

El PEI sigue considerando las causas de muerte como enfermedades anteriores y las probabilidades estadísticas.

Sigue sin estar claro si van a investigar algo de estas muertes, y si es así, cómo essactamente. El PEI aún no ha dado ninguna respuesta concreta a esta cuestión. Una segunda consulta de la autora hace unos días quedó sin respuesta hasta el viernes. Y frente a los casos de los fallecidos "de o con coronavirus", el instituto trata visiblemente de alegar otras causas para la muerte de los recién vacunados.

Destaca que 20 de los 113 fallecidos murieron de COVID-19 porque la vacunación aún no había podido hacer pleno efecto. Otros 33 padecían "múltiples enfermedades preessistentes". Habían muerto "bien por empeoramiento de su enfermedad subyacente o por otra enfermedad independiente de la vacunación". Diez afectados se habían contagiado de "otra enfermedad infecciosa". En 50 casos, los médicos o las autoridades informantes habían dado la causa de la muerte como desconocida. Por último, el PEI dice literalmente:

"Entre las personas restantes, una parte de ellos tenía varias enferemdades anteriores, como carcinoma, insuficiencia renal, enfermedad cardíaca y cambios arterioscleróticos, que se supone que eran la causa de la muerte."

Los espertos en vacunación del PEI siguen justificando las muertes, como lo hicieron anteriormente a la autora, con una probabilidad estadística de muerte. Según esto, habría que contar con algo menos de 99 muertes por cada 100.000 personas mayores de 65 años en un plazo de 18 días, incluyendo "77,7 casos de muerte súbita o de causa desconocida" (página 7 del informe). Esto significa, según el PEI,

"que el número observado de muertes tras la vacunación no supere el número esperado de muertes sin vacunación".

El PEI se guía así por la especulación sobre las probabilidades de muerte con o de coronavirus. Esto suena, al menos, a poco interés en investigar las muertes con especial detalle. El PEI no ha respondido a la pregunta de autora sobre si esto debe hacerse y cómo.

La portavoz del PEI tampoco comentó las declaraciones del Instituto Robert Koch (RKI) sobre las evidencias. En su boletín del 14 de enero, no sólo se afirma que "en el grupo de edad más alto, por encima de los 75 años, la afirmación sobre la eficacia de la vacunación está aquejada de una gran incertidumbre" (página 27), a saber, debido a un número demasiado pequeño de personas de prueba en los estudios, sino que en la página 33, el RKI también resume:

"ARNm-1273: La calidad de la evidencia (confianza en las estimaciones del efecto) se evaluó como moderada para la prevención de la enfermedad COVID-19 debido al riesgo de sesgo (ver arriba); y se evaluó como baja en el grupo de edad de 75 años o más debido al amplio intervalo de confianza."

Según el boletín, el RKI no puede descartar una enfermedad grave por COVID-19 a pesar de la vacunación, ni tampoco la muerte por dicha enfermedad. Para los primeros, clasifica la calidad de las pruebas como "muy baja", y para los segundos como "baja".

La agencia europea informa de casi 42.000 personas vacunadas con "reacciones indeseadas".

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) también ha enumerado miles de casos de reacciones adversas graves, como informó por primera vez el portal 2020news.de.

En el panel enlazado en el artículo, la EMA informó de un total de 41.142 personas que esperimentaron efectos secundarios tras la administración de la vacuna de Pfizer/BioNTech hasta el 6 de febrero. 849 personas más esperimentaron problemas después de que se les inyectara el suero Moderna mRNA.

La mayoría, un total de algo más de 34.500 dañados por la vacuna, tenían entre 18 y 64 años, según la EMA, y unas 5.000 tenían más de 65 años y menos de 85. Algo menos de 2.000 afectados eran aún mayores. Aunque los niños no corren especial riesgo de contraer COVID-19, los datos muestran que incluso que a los bebés y a los niños pequeños en Europa se les ha vacunado con la vacuna de Pfizer/Biontech. Según los datos, 32 recién nacidos menores de un mes y otros 33 menores de dos años sufrieron efectos secundarios indesesados. Cincuenta y ocho de los afectados eran niños de entre tres y 17 años.

Según la EMA, ya se han producido 33.000 efectos adversos de vacunas especialmente graves en Europa

La proporción de reacciones adversas especialmente graves es impresionante. La EMA identificó un total de más de 33.000 reacciones individuales de este tipo, de las cuales varias pueden haberse producido en personas vacunada una vez. Alrededor de 32.200 de estos "incidentes" se produjeron tras la administración de la vacuna de Pfizer/BioNTech, que es la más utilizada hasta la fecha, y otros casi 900 se asociaron al suero de Moderna.

En cuanto a Pfizer/BioNTech, por ejemplo, la agencia europea enumera unas 5.500 reacciones peligrosas del sistema nervioso y 3.400 de los músculos, así como 3.100 del tracto gastrointestinal. La EMA también registró reacciones entre graves y mortales en los pulmones (2.000), el corazón (1.100), la piel (1.900), los órganos sensoriales (900) y el sistema inmunitario (700). También se registraron más de 1.600 infecciones graves por otros patógenos tras la vacunación.

Las 849 personas vacunadas con Moderna que sufrieron efectos secundarios padecían principalmente trastornos graves del sistema nervioso (148), los músculos (73), el tracto gastrointestinal (69), los pulmones (66), la piel (60), el sistema inmunitario (55) y el corazón (37). Hasta ahora, 48 personas han sufrido infecciones graves tras ser vacunadas con el suero Moderna. El panel de la EMA no revela cuántas personas vacunadas en toda Europa han muerto hasta ahora como consecuencia del procedimiento. La agencia los engloba bajo el epígrafe "grave". La EMA define la gravedad como:

"Una reacción adversa que provoque la muerte, que ponga en peligro la vida, que requiera hospitalización o prolongación de la misma, que provoque una discapacidad o incapacidad permanente o sustancial, o que provoque defectos de nacimiento en la descendencia".

El porcentaje desproporcionadamente alto de mujeres es especialmente llamativo. Más de tres cuartas partes de las víctimas de las vacunas en Europa eran mujeres a finales de enero (Pfizer/BioNTech: 76,9%; Moderna: 76,6%). De las 113 muertes notificadas al Instituto Paul Ehrlich de Alemania, cerca del 66%, o dos tercios, eran mujeres, según su informe. Por el contrario, murieron más hombres que mujeres de o con coronavirus, al menos en la República Federal.

Es posible que la elevada proporción de mujeres entre los dañados y los fallecidos se deba a que se vacunó primero a más mujeres. Tienen una mayor esperanza de vida que los hombres y costituyen el grueso de los cuidadores. Por lo tanto, es más probable que se encuentren en zonas donde se ha hecho la vacunación: Las personas muy mayores y los cuidadores.

Mientras tanto, los numerosos informes de los medios de comunicación sobre brotes de enfermedades y muertes tras las campañas de vacunación sugieren que los casos notificados por las autoridades pueden ser sólo la punta de un iceberg. Hay muchas cosas que aún no están claras, como los criterios que deben utilizar las residencias de ancianos, las clínicas y los médicos para notificar estos incidentes al PEI o a sus respectivas autoridades nacionales, y si se hará un seguimiento de ello. Difícilmente se puede suponer que los médicos o los gestores de las residencias de ancianos implicados tengan un mayor interés en la aclaración.